175 AÑOS DE VIDA DE LA UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR: ENTRE EL
PASADO COMPROMETIDO Y EL SILENCIO DEL PRESENTE.
Rudis Yilmar Flores
Hernández
Sociólogo, Profesor
de la Universidad de
El Salvador, San
Miguel, C.A
Correo:
ryflores.ues@gmail.com
Me siento comprometido de escribir unas líneas en
los 175 años de vida de la UES. Hablar de la Universidad de El Salvador en su
pasado histórico nos lleva a establecer una línea de tiempo que permite
aprehender momentos de desarrollo
científico y por consiguiente el acompañamiento en los procesos de lucha del
pueblo salvadoreño.
Como no recapitular los aportes al desarrollo de la
sociedad desde una postura comprometida en su pasado, aun en los peores
momentos de las dictaduras militares, encontramos investigadores que sentaban
posición frente a los viejos problemas económicos, políticos y sociales, con
una producción de conocimiento crítico que reivindicaba la lucha de los
movimientos sociales y que muchas veces lo pagaban con sus vidas.
En su historia la universidad ha parido sus mejores
hijos que a lo largo del camino abonaron a las transformaciones sociales del
país, a muchos los vimos morir en el periodo de la guerra civil con el
compromiso de construir una sociedad mas justa y defendiendo la autonomía de la
universidad, luchando para que los hijos de los pobres, de los campesinos
tuvieran acceso a la educación superior, pero también pario sus peores hijos
que desde las instituciones del Estado masacraron a asesinaron y desaparecieron
a muchos jóvenes que hasta hoy en día se les recuerda como héroes y mártires de
la revolución salvadoreña.
Como no recordar las masacres de estudiantes
perpetradas por la dictadura militar, como la de 1975, donde cobardemente
fueron asesinados estudiantes universitarios que participaban en una marcha de
protesta frente a las violaciones constante de los derechos humanos y la
ocupación militar del Centro Universitario de Occidente.
La universidad durante muchos años estuvo en el ojo
de la tormenta y su personal, sus estudiantes, sus estructuras y sus recursos
fueron sometidos a fuertes tenciones. hacer criticas a las injusticias sociales
le costo muchos atropellos, como supresión por parte del General Martínez de la
autonomía de la UES, fusilo estudiantes y persiguió universitarios, el coronel Lemus
asalto la rectoría y mato universitarios, el coronel Molina ocupó militarmente
las instalaciones de la Universidad por todo el periodo presidencial, ordenó la
masacre del 30 de julio del 75, la junta de gobierno ocupó de 1980 a 1984, lo
que obligo a la Universidad a funcionar en el exilio y negándose a morir.
Es importante destacar que las sociedades cambian y
si el pasado de la UES, fue de represión ahora en el siglo XXI, el desarrollo tecnológico
nos obliga a ponernos en sintonía con esos cambios, los jóvenes en la
universidad traen nuevas culturas y comportamientos adoptados de una sociedad
marcada por las reglas del mercado que los vuelve individualista, hedonistas,
consumidores que se mantienen al margen de la realidad económica, política y
social. Este contexto nos exige nuevos
desafíos, nuevos contenidos, didácticas y métodos de estudio que estimulen el
desarrollo del pensamiento crítico. La visión transdisciplinaria adquiere mayor
relevancia a la hora de estudiar los problemas locales, regionales, nacionales
y planetarios, complejos y de alcance global.
Toda época como la actual exige procesos de
producción de conocimiento mediante la formación profesional y procesos de
gestión académica en momentos donde la comunicación genera procesos acelerados
de información que provocan incertidumbre y desorientación inclusive en la
educación superior. La universidad bajo esta realidad debe plantear algunas
ideas de como revertir el impacto provocado por el modelo neoliberal, debe
formar nuevas generaciones con una visión de crear un nuevo orden sociocultural
basados en los principios de la universidad, democrática, popular, libre y
humanista, es importante aportar mediante la experiencia académica hacia una
contribución científica, cultural y tecnológica al proceso de humanización
desarrollo y calidad de vida en la búsqueda
del bien común.
La universidad no puede seguir en un mundo asilado,
valiéndose de su autonomía para no decir nada sobre los problemas mas sentidos
por la sociedad salvadoreña, los nuevos desafíos en los procesos educativos
orientados al aporte de la sociedad no pueden seguir estancados en las
universidades del siglo XIX, con profesores del siglo XX y con estudiantes del
siglo XXI, influenciados por el desarrollo tecnológico que demandan de nuevos
procesos de formación y que pasan por la actualización del conocimiento.
En una conferencia impartida recientemente por el
profesor Atilio Boron, en un congreso
sobre educación superior en Cuba, señalaba la importancia del papel de la
universidad como centro de reflexión crítica de la sociedad, donde se fomente
el debate y la critica social, en medio de sociedades en las cuales se enraíza
el conformismo y la repetición de los dogmas aprendidos. El consumismo es una
de la forma más grande del conformismo, pues se plantea que todo esta bien y lo
que hay que lograr a nivel social es poder alcanzar un cierto nivel de consumo,
aceptar mansamente las estrategias publicitarias y marketing, no solo en materia
comercial sino también política. La pregunta seria si la universidad puede
estar al margen de todo esto, la impresión es que no. Tenemos que estimular a
aquellos que en las universidades piensan diferente, aquellos que se atreven a
tener un pensamiento crítico y están dispuestos a desafiar las ideas
dominantes. La universidad tiene que ser eso, un centro de reflexión critica.
El profesor Noan Chomsky señala sobre la
desaparición de la carrera académica dentro de nuestras universidades, a lo
cual señala como parte del negocio, es lo mismo que la contratación de
temporales en la industria a los que los de Wall Mart llaman asociados,
empleados sin derechos sociales ni cobertura sanitaria o desempleo, a fin de
reducir costes laborales e incrementar el servilismo laboral. Cuando las
universidades se convierten en empresas, como ha venido ocurriendo harto
sistemáticamente durante la ultima generación como parte de un asalto
neoliberal general a la población, su modelo de negocio entraña que lo que
importa es la línea de base. Los propietarios efectivos son los fiduciarios,
quienes quieren mantener los costos bajos y asegurarse que el personal laboral
es dócil y obediente. Y en substancia, las formas de hacer eso son los
temporales. Asi como la contratación de trabajadores temporales se ha disparado
en el periodo neoliberal, en las universidades estamos asistiendo al mismo
fenómeno.
Esta realidad planteada por Chomsky es notable en la
Universidad de El Salvador, en los últimos tiempos se mantiene una cantidad de
profesores contratados bajo la figura de servicios profesionales, medios
tiempos, interinos, cuartos de tiempo, tres cuartos de tiempo, en detrimento de
los procesos de formación de los estudiantes, ya que estos solo logran tener
contacto con sus profesores en los momentos que les imparte la clase,
posteriormente no hay espacio de asesoría y de seguimiento del proceso de
formación, el profesor no siete mayor responsabilidad, pues existe una
precarización laboral y su permanencia en la universidad es corta en relación
al tiempo.
En los momentos donde los sociedad enfrenta grandes
desafíos producto del cambio tecnológico, de los problemas sociales,
profundización de la pobreza, calentamiento global, guerras, la universidad no
puede continuar al margen del desarrollo histórico, los retos de producir
pensamiento crítico se aceleran, la necesidad de fundamentar sus carreras bajo
el pensamiento crítico es urgente. No se debe continuar de espaldas a los
problemas de la sociedad, para ello es indispensable que los profesores jóvenes
asuman el reto y la renovación generacional de la planta académica se convierte
en el reto más cercano, debemos recuperar el compromiso histórico de la UES con
las grandes mayorías que hoy en día demandan mayores oportunidades de formación
profesional.
La UES, sigue teniendo un déficit con la sociedad
salvadoreña en las áreas de investigación y
proyección social, esto se da por dos razones primero por la falta de
visión institucional de estimular los procesos de formación de investigadores y
apoyo económico que permita impulsar los procesos de investigación y segundo
también existe un letargo académico y
falta de voluntad de sus profesores en impulsar de manera particular la
investigación, a los estudiantes solo se les enseña a investigar haciendo investigación. En un
estudio realizado en una facultad de la Universidad en el 2015, se refleja que más
del 95% de sus profesores no hacen investigación y no cuentan con publicaciones.
Si bien es cierto contamos con uno de los presupuestos
mas bajos en relación a los países de América Latina. Muchas universidades
inclusive de la región centroamericana nos aventajan en los procesos de
formación y especialización de sus profesores, nosotros contamos con menos
profesionales con posgrados como maestrías y doctorados porque las condiciones
de estudio son altamente costosas y los salarios no corresponden para poder
pagar los costos de una especialización. Y no podemos exigir mayor presupuesto
de parte del Estado si no proporcionamos resultados en el que hacer científico.