EL SALVADOR: PETROCARIBE, UNA MIRADA A LA
INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA
Rudis Yilmar
Flores Hernández
Sociólogo,
Profesor de la Universidad de
El Salvador, San
Miguel, C.A
Correo: ryflores.ues@gmail.com
Después del triunfo del FMLN en las elecciones
presidenciales del 2009 en materia económica y de inversión el país experimento un giro estratégico, se abrieron nuevos
horizontes en materia de relaciones
comerciales que incomodan constantemente los intereses de la derecha
empresarial.
El surgimiento del ALBA como contraposición al fallido
esfuerzo de los gringos de crear un Área
de Libre Comercio para las Américas, genera expectativas para la mayoría de los
países latinoamericanos en una nueva era de relaciones comerciales, de respeto
mutuo entre los pueblos y en materia de cooperación económica y social.
A pesar
que El Salvador no es miembro permanente de la Alianza Bolivariana para los
Pueblos de Nuestra América (ALBA) y por la importancia de las relaciones
sostenidas entre el recordado presidente
Chávez y el Frente Farabundo Martí para
la Liberación Nacional (FMLN), dieron como resultado programas como la Misión Milagro que ha contribuido a que más de seis mil salvadoreños fueran operados de problemas de la vista de
manera gratuita en la República Bolivariana, el recibimiento de ayuda en caso
de desastres naturales y el convenio de exportación de crudo a través de ALBAPETROLEOS con precios
preferenciales. Alba Petróleos de El Salvador
es la síntesis del nuevo concepto de cooperación entre los pueblos,
enmarcada en El ALBA y PETROCARIBE. En él concurren la visión de futuro del
Estado venezolano en Concreción de los sueños de Bolívar y Martí por la
integración y la Unidad de América Latina.
A
partir de febrero de 2012 se impulsa
Alba Alimentos de El Salvador que es un proyecto con el objetivo de beneficiar a los
agricultores, a través de financiamiento, insumos y comercialización. La
empresa tiene el objetivo de reactivar 100 mil manzanas de tierra a escala
nacional.
Alba
Alimentos se convierte en ayuda a los
campesinos salvadoreños, y con una
proyección de reactivar la
agricultura, la cual fue lacerada y esterilizada por el partido ARENA. El
programa de Alba Alimentos consiste en la entrega de semilla, agroquímicos,
entre los que podemos mencionar el
sulfato un agroquímico tan vital para el cultivo del maíz y del frijol. Este
programa es canalizado a través del FMLN con la ayuda del Gobierno Bolivariano
de Venezuela. Con este proyecto se está logrando que el campesino pueda sembrar la tierra y elevar
los niveles de productividad.
La
cooperación de países como Venezuela permite el desarrollo e intercambio
entre los pueblos de nuestra América, y
la alternativa de consolidar un modelo alternativo de desarrollo que tenga como
base al ser humano y la preservación de los recursos naturales para las
sostenibilidad de las futuras generaciones.
Durante
el 2013, un año preelectoral de cara a las elecciones presidenciales del 2014 la Asociación de la Empresa Privada
y su instrumento político ARENA
desataron una campaña contra ALBA negocios, acusándola de competencia
desleal por los precios preferenciales que tiene por ejemplo los frijoles y el
maíz para los pobres, contradiciéndose con las reglas del libre mercado que
ellos mismos impusieron con el modelo neoliberal.
Ahora
no se trata de si le gusta o no a la
empresa y si acusa a ALBA de lavado de dinero o si atenta contra los intereses
de los monopolios o las transnacionales, el país entró en una nueva fase donde la población
comienza a madurar sobre los beneficios
que este tipo de inversión le genera, lo manifiestan los pequeños productores
que le venden sus cosechas a ALBA alimentos, que tienen mayor remuneración
económica y las posibilidades de mayor inversión en la reactivación de la
agricultura desaparecida en los 20 años de gobiernos de ARENA.
El pasado 1 de junio de 2014 asumió la
presidencia del país, Salvador Sánchez Cerén, elegido para el periodo 2014-2019 y como primera medida
solicito formalmente el ingreso de El Salvador a Petro Caribe, sistema
promovido por el presidente Nicolás
Maduro.
La adhesión a Petro Caribe representa
una nueva visión estratégica en la redirección de las relaciones del país con
el sur, se busca la erradicación del hambre y la pobreza así como la
cooperación multilateral en la óptica unionista y los principios de solidaridad
y cooperación, con un acceso confiable a las fuentes de energía.
Para El Salvador representa el
abastecimiento de recursos energéticos mediante una vía equitativa y justa, lo
cual conlleva a un ahorro en la factura petrolera con facilidades de pago
permitiendo destinar recursos para el financiamiento de los programas sociales,
inversión en el desarrollo económico y social, fomento del empleo, educación,
deporte entre otros y fomentara las exportaciones de los pequeños productores. Entre
otras cosas también se plantea la construcción de una fábrica de arroz, la
construcción y puesta en funcionamiento de una planta de producción de celdas
solares y lámparas LED, con esto se busca convertir a al país en proveedor de
lo que produzca y posicionándolo como un país productor en América latina.