El Canal de Nicaragua: Una Mirada
al Mundo Multipolar
Rudis Yilmar Flores
Hernández
Sociólogo, Profesor
de la Universidad de
El Salvador, San
Miguel, C.A
Correo:
ryflores.ues@gmail.com
Recientemente se desarrolló la cumbre de los BRICS
en Fortaleza, Brasil, acontecimiento que marca por un lado un impulso
importante en la nueva configuración geopolítica en un mundo latinoamericano marcado
por una tradición de lucha, que hoy en día se acerca a estrechar sus lazos con el gigante asiático, China y Rusia que con la reciente visita de Vladimir Putin y de su presidente a
Latinoamérica y el Caribe expresa con
claridad la nueva realidad política económica y social de relaciones de
cooperación y respeto mutuo en un claro
revés a la política intervencionista y guerrerista de los Estados Unidos que
promueve a través de su política exterior procesos de saqueo y de sometimiento
mediante el impulso de la militarización bajo un errado concepto de
seguridad nacional en su lucha contra del terrorismo, pandillas y el
narcotráfico.
Cabe destacar que bajo la crisis del capitalismo
mundial países como China, Rusia mantuvieron a flote la economía mundial, inyectaron un fuerte apoyo al crecimiento de
las economías suramericanas, que con la
llegada del presidente Chávez al poder en 1999, en Venezuela se produjo una
mirada de América Latina que rompió los paradigmas en las relaciones de saqueo y dominación manejadas
durante muchos años por la dominación
norteamericana poniendo en la
agenda la discusión en amplios sectores
académicos y políticos de un mundo unipolar a un mundo multipolar.
Un hecho que causa pudor en la administración Obama
es el acuerdo de construcción del canal interoceánico entre China y Nicaragua, inclusive con la
participación de Rusia, contando con la aprobación en el 2012, por la Asamblea
Nacional de Nicaragua, donde se aprobó la ley que autoriza la construcción del
megaproyecto que se espera arranque en diciembre de 2014 y concluiría en el
2019, esperando que tenga la capacidad de captar millones de toneladas de carga
y afectando positivamente la región de América Central por las sinergia que
tiene dicho proyecto.
La construcción del canal interoceánico en Nicaragua
es una vieja aspiración que data de siglos pasados, inclusive Estados Unidos
realizó estudios en el siglo XIX con la visión de unir el océano atlántico con
el pacifico; hoy en día emerge como una obra para beneficio mundial y que será
el punto de partida para el despegue de la economía nicaragüense
En el marco de estrechar las relaciones con el
gigante asiático el presidente de Nicaragua le apuesta a construir un canal
interoceánico que les permita salir de
la pobreza e un corto plazo, en un primer momento sostiene que la construcción
promoverá el empleo para los nacionales
y de ser posible para trabajadores centroamericanos ya que contemplará pistas
aéreas, ferrocarril ya que por medio de los oleoductos cruzara el
petróleo del mar del caribe al mar del pacifico.
El presidente Ortega sostiene que el megaproyecto
será estratégico ya que permitirá afianzar el desarrollo con justicia social
dejando atrás procesos de sometimiento como hasta hoy en día lo ha tenido el
canal de Panamá donde los norteamericanos convirtieron a ese país en una base militar que en el pasado entrenó a militares que
masacraron a nuestros países, se trata de superar los grandes problemas
estructurales como la pobreza, la miseria, la ignorancia, proyectándose en una economía emergente, teniendo
incidencia en los demás países de la región.
Nicaragua al ser considerado como el segundo país
más pobre de américa abre la vía del
desarrollo económico y social ya
que no solo se verá reflejado en la
construcción del canal si no en todos los proyectos como la construcción de
carreteras, aeropuerto, zonas de libre comercio y dos puertos uno ubicado en el pacifico y otro en el
atlántico, propiciando mejores condiciones de vida en la población que producto
del modelo capitalista neoliberal viven una pobreza estructural que les niega
el acceso al buen vivir.
Bajo esta
perspectiva la presencia de China y Rusia en la región debilitara
sustancialmente el control sobre rutas
marítimas que Estados Unidos mantiene en las aguas del canal de Panamá, el
canal de Gibraltar y de otras rutas comerciales lo cual significa un desafío
directo para la administración norteamericana, ya que pone en juego su dominio
geopolítico causando un duro golpe a la estrategia de dominación, saqueo y
expoliación.