El Salvador: Las Viejas
Prácticas de la Derecha Salvadoreña en
el Concurso del Terrorismo Internacional
Rudis Yilmar Flores Hernández[1]
No resulta extraño que la oligarquía salvadoreña este
siendo señalada nuevamente por las autoridades del gobierno venezolano de la
participación directa en actos de terrorismo con el objetivo de desestabilizar
el proceso democrático construido por el
comandante Chávez y su pueblo durante los últimos catorce años.
No está de más recordar que en el pasado reciente en
El Salvador se han generado planes
terroristas apadrinados por la política de agresión de Estados Unidos para atentar contra la vida de presidentes que
se resisten a continuar bajo el dominio del imperio y dispuestos a construir
nuevos modelos de sociedad no congruentes con el capitalismo, fundamentados en
la democracia participativa y la visión de la construcción de la patria grande
mediante procesos integracionista como lo soñó Martí, Bolívar y el presidente
Chávez.
Durante muchos años que la derecha controló el poder,
inclusive durante la guerra civil, en el periodo del presidente Duarte, quien
abanderaba el plan de contrainsurgencia de los gringos, contrataron al
terrorista internacional Luis Posada Carriles después de fugarse de una cárcel
de Venezuela acusado de ser el actor intelectual del atentado contra el avión de Cubana de Aviación en 1976, donde
perdieron la vida 76 personas.
Los pasos de Posada Carriles por El Salvador están fundamentados,
contratado como asesor se le permitió vivir en las bases militares conducidas
por asesores norteamericanos y usar vehículos blindados del ejército
Salvadoreño, se le otorgó una fe de bautismo, partida de nacimiento y una
cedula de identidad personal obtenida en la Alcaldía de Tecapán en el
departamento de Usulután a nombre de Franco Rodríguez Medina, en la Alcaldía de Ilopango también obtuvo una
cedula a nombre de Ramón Medina Rodríguez. Estando destacado en la base aérea
de Ilopango planificaba sus operaciones
para ayudar a la contra nicaragüense en el envió de armas y contrataba y entrenaba a mercenarios
salvadoreños como Cruz León, Otto Rodríguez Llerena y Francisco Chávez
Abarca muy ligados al gobierno de
derecha y que posteriormente participarían en actos terroristas en La Habana y Venezuela.
En los años 90 Cuba a través del
comandante Fidel Castro reveló mediante informes de inteligencia toda la red de
contactos y apoyos en El Salvador, señalando al gobierno salvadoreño de darle
cobijo.
En una ola de atentados con bombas en hoteles en la
ciudad de la Habana que dejaron como saldo un turista italiano muerto y varios
heridos. Al ser arrestados, los actores materiales confiesan ser salvadoreños. Ernesto
Cruz León fue el actor de seis de las diez bombas que explotaron en centros
turísticos, desarrollando su primera operación el 12 de julio del 97,
regresando a El Salvador el 14 del mismo mes dejando cuantiosas
pérdidas materiales en infraestructuras y victimas humanas. Para cumplir una
segunda misión regreso a finales de agosto del mismo año y tras los atentados
resultó muerto un empresario italiano y causando heridas en residentes y
turistas extranjeros. Cruz León después de su captura atestigua haber sido
contratado por Francisco Chávez Abarca mano derecha de Posada Carriles.
El Salvadoreño Otto Rodríguez reclutado por Carriles
participo en agosto del 97 en un
atentado contra el hotel Habanero Meliá Cohíba, quien por el cumplimiento de
esta misión recibió 1,000.00 dólares. Rodríguez regresa a la isla 10 meses
después del atentado con la orden de ejecutar otra misión introducir en Cuba
1,519 gramos de explosivos C 4, dos detonadores y dos relojes para activar los
explosivos, siendo detectado en el aeropuerto y detenido por agentes aduaneros.
Ambos terroristas salvadoreños muy ligados a sectores de poder económico fueron
condenados y hoy pagan cadena perpetua
en Cuba.
En el 2010 fue detenido en Venezuela Francisco Chávez
Abarca, acusado de ser la mano derecha de Carriles y de la autoría de varios
atentados con explosivos en Cuba en los años 90s y en Venezuela intentaría en
el 2010 asesinar a presidente Chávez, en El Salvador estuvo detenido durante
dos años por ser líder de una banda que se dedicaba a robar vehículos, la
justicia evito dar sentencia por los crímenes internacionales que se le
acusaban.
Abarca y 21 miembros de su
banda fueron arrestados bajo cargos de robo de automóviles y estafa. Las
autoridades aseguraron entonces que se trataba de "una de las principales
estructuras del crimen organizado dedicadas al robo y hurto de vehículos a
nivel nacional y centroamericano”.
El 28 de octubre del año
2007, un juez liberó a Chávez Abarca pese a sus actividades delictivas. Sin
embargo, nunca tuvo que responder por su papel como principal cómplice de Luis
Posada Carriles en una campaña contra Cuba que no se mencionó ante los
tribunales salvadoreños a pesar de repetidas denuncias.
El 21 de diciembre del 2010
Abarca fue condenado a 30 años de privación de libertad por la Sala de los Delitos contra la
Seguridad del Estado Provincial Popular de la Ciudad de la Habana. Las declaraciones demostraron cómo el acusado reclutó, adiestró, organizó y
financió a ciudadanos guatemaltecos y salvadoreños que viajaron a Cuba a
finales de la década del 90 para continuar instalando artefactos explosivos,
tal como él mismo lo había hecho previamente en hoteles de la capital cubana.
Estos
acontecimientos dan fe de la clara vinculación
y participación directa de la derecha salvadoreña con el terrorismo
internacional auspiciado por el imperialismo. Recientemente el 6 marzo el canciller venezolano Elías Jaua
en una entrevista exclusiva con tele SUR dio a conocer el resultado de
investigaciones de organismos de inteligencia venezolanos de la relación de la
derecha opositora con grupos ultra reaccionarios de Centroamérica con el fin de
propiciar un marco desestabilizador en el contexto de las elecciones que según
sondeos de opinión dan como favorito a Nicolás Maduro como ganador de los
comicios del próximo 14 de abril.
De nuevo la inclusión de la derecha salvadoreña en
actos de terrorismo se pone en evidencia en conversaciones filtradas por
organismos de inteligencia que delatan la incorporación de mercenarios
centroamericanos con una orientación clara de generar condiciones que propicien
una mayor embestida de Washington sobre la revolución Bolivariana. Dos
salvadoreños se encuentran participando de este plan el Ex-coronel David Koch
Arana y Roberto D´aubuisson, actualmente diputado del partido Alianza
Republicana Nacionalista, fundada por Roberto D´aubuisson padre, fundador de
los escuadrones de la muerte en El Salvador y actor intelectual de la muerte de
Monseñor Oscar Arnulfo Romero en marzo de 1980 y hermano de Eduardo D’aubuisson
diputado del Parlamento Centroamericano asesinado en el 2007 vinculado al
narcotráfico.
Ante las denuncias del gobierno venezolano se
encendieron las alarmas en El Salvador varios sectores inclusive de la derecha
piden explicaciones y el gobierno ordenó de inmediato a las autoridades de la
Policía Nacional Civil salvadoreña que inicien de oficio una investigación y de
ser posible judicializarla para deducir responsabilidades y sentar un precedente que permita la no injerencia de
grupos desestabilizadores en los procesos democráticos de otros países como lo
hicieron en el pasado mediante prácticas terroristas tanto en Cuba y Venezuela.
El gobierno salvadoreño del presidente Funes está en
la obligación de investigar y de no permitir que se siga utilizando el Estado salvadoreño como en los 20 años de
gobiernos neoliberales donde se utilizo de puente para el terrorismo entre la
derecha y mercenarios de otros países.
Es importante destacar la doble moral de los
funcionarios de la embajada gringa en el
país que de una manera descarada en los medios locales de derecha rechazan las
denuncias del gobierno venezolano argumentando que también a ellos se les acusa
de intentar desestabilizar las elecciones del 14 de abril de 2013, razón por la
cual consideran sin fundamentos las acusaciones contra el parlamentario
salvadoreño D´aubuisson. No obstante los Estados Unidos siguen protegiendo a
Posada Carriles prófugo de la justicia panameña, que por indulto de la ex-presidenta Mireya Moscoso y
por orientaciones de la misión diplomática norteamericana fue puesto en libertad
después de intentar asesinar al comandante Fidel Castro durante su visita en la
cumbre iberoamericana del 2004. Tiene
cuentas pendientes con la justicia venezolana,
cubana y la salvadoreña de su participación directa como agente de la CIA en
actos de terrorismo.
[1]
Profesor Investigador de la Universidad de El Salvador ( Facultad
Multidisciplinaria Oriental, San Miguel), Miembro del Comité Directivo a la
Asociación Latinoamericana de Sociologia, Miembro de la Red de Investigadores
para la Democracia y la Paz.