EL SALVADOR: CHAVEZ, TU VICTORIA ES NUESTRA VICTORIA
Rudis
Yilmar Flores Hernández
Sociólogo,
Profesor de la Universidad
de
El
Salvador, San Miguel, C.A
Correo: ryflores.ues@gmail.com
Los ojos
del mundo estaban puestos en el proceso electoral venezolano el pasado 7 de
octubre, un día histórico para la revolución bolivariana que ha trastocado a
los grupos de poder hegemónico y una demostración a la comunidad internacional el
carácter democrático mediante la cantidad de veces que el presidente se ha
sometido al escrutinio popular.
El
gobierno bolivariano durante todos estos años ha significado el ejemplo más
claro de ser un país que defiende su soberanía, que rompió los cimientos de la opulencia de la
clase dominante, que mediante la aplicación del modelo neoliberal habían
conducido a Venezuela a niveles apremiantes de pobreza a través de procesos de
privatización y de entrega de la riqueza
de sus recursos naturales a las transnacionales que extraían y explotaba de
manera despiadada su mano de obra.
Chávez por
ahora no solo representa los intereses de los y las venezolanas sino también de
los pobres de Latinoamérica y el Caribe que gozan de los beneficios de las
relaciones de cooperación. Simboliza la construcción de un tejido
integracionista que se contrapone al impulsado por Estados Unidos en la región
fundamentado en su política de agresión y desestabilización de los procesos
democráticos y el derrocamiento de gobiernos elegidos por la voluntad del
pueblo patrocinando golpes de estado como en Honduras y Paraguay, instaurando
dictadores que abanderen su plan de seguridad enmarcado en la lucha contra el
terrorismo, el narcotráfico y una clara intención de apropiación de los
recursos naturales y la explotación de la mano de obra por las transnacionales.
Un gane
de Capriles hubiera propiciado un giro en las relaciones de Venezuela con Europa, Asia, América latina y el Caribe y puesto
en peligro los lazos de cooperación a través de los programas
sociales y de asistencia que gozan
países como El Salvador y los mismos
integrantes de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA).
Se corría el peligro que como en el pasado las empresas petroleras
norteamericanas se volvieran a adueñar del petróleo y le propiciaran migajas a
los bolivarianos y destruir la
revolución que por ahora representa un
peligro a través del ALBA para Washington.
Al
recuperar la riqueza petrolera nacional
y consolidar la soberanía energética del país, Chávez confirmó a Venezuela como una potencia
petrolera y energética mundial con reservas probadas que la ubican entre las
principales del mundo y que en este caso
representa un interés sin precedentes para el imperio que afecta su hegemonía y
que mediante acciones hostiles con sus
aliados incondicionales de la oligarquía
impulsan sus planes de desestabilización a cada medida revolucionaria de
beneficio popular o de solidaridad latinoamericana.
La
derrota de Caprile no solo refleja el fracaso de la derecha criolla venezolana en las aspiraciones de retornar al poder
político, también es el fracaso de la derecha latinoamericana que alientan sus
esperanzas en seguir profundizando el modelo neoliberal y una bofetada a los gringos que a pesar de
su nuevo plan de guerra de baja intensidad en la región no logran doblegar la
voluntad popular y la vocación democrática con que la izquierda asume y
consolida su tejido social con una fuerte inversión social que profundiza la
distribución de la riqueza de manera más equitativa y la forma de cómo se
superan problemas endémicos del
capitalismo como la pobreza, el analfabetismo, la desnutrición infantil.
Mientras
los países europeos se debaten en una terrible crisis económica provocada por
la profundización del neoliberalismo, intentan reparar los daños ocasionados
por este con la ejecución de una serie de medidas de reajuste económico
que golpean las condiciones de vida de grandes sectores desposeídos, cada día
hay menos inversión en el área social, menos
empleo, profundización de la pobreza e impactados por la crisis mundial
del capitalismo. Venezuela se encamina a la consolidación de la revolución que
por ahora ha resuelto los problemas de analfabetismo, elevando los niveles
educativos, mejorando la asistencia médica , contribuyendo en la consolidación
del poder popular y impulsando misiones en países que sufren los embates del
mercado en la lógica de las recetas del
Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional,
A pesar
que El Salvador no es miembro del ALBA y que el gobierno salvadoreño es
continuador de la política neoliberal, un aliado de la política exterior del
imperio que continúa con una política de sometimiento y esclavitud, los salvadoreños pobres esperaban los resultados
electorales, por la importancia de las relaciones que tiene Chávez con el
Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que dan como
resultado programas como la Misión
Milagro que ha contribuido a que más de
seis mil salvadoreños fueran
operados de problemas de la vista de manera gratuita en la Republica
Bolivariana, el recibimiento de ayuda en caso de desastres naturales y el
convenio de exportación de crudo a
través de ALBAPETROLEOS con precios preferenciales. Alba Petróleos de El
Salvador S.E.M. de C.V. Es la síntesis del nuevo concepto de cooperación entre
los pueblos, enmarcada en El ALBA y PETROCARIBE. En él concurren la visión de
futuro del Estado venezolano en Concreción de los sueños de Bolívar y Martí por
la integración y la Unidad de América Latina.
A partir
de febrero de 2012 se impulsa Alba
Alimentos de El Salvador que es un proyecto con el objetivo de beneficiar a los
agricultores, a través de financiamiento, insumos y comercialización. La
empresa tiene el objetivo de reactivar 100 mil manzanas de tierra a escala
nacional.
Alba
Alimentos ha venido para ayudar a los campesinos salvadoreños, ha venido al
mismo tiempo a reactivar la agricultura, la cual fue lacerada y esterilizada
por el partido ARENA. El programa de Alba Alimentos consiste en la entrega de
semilla, agroquímicos, entre los que podemos mencionar como el sulfato, un
agroquímico tan vital para el cultivo del maíz y del frijol. Este programa es
canalizado a través del FMLN con la ayuda del Gobierno Bolivariano de Venezuela
presidido por el presidente Hugo Chávez Frías. Con este proyecto se está
logrando que el campesino pueda sembrar
la tierra.
La cooperación de países como Venezuela
permite el desarrollo e intercambio entre
los pueblos de nuestra América, con el proceso electoral no solo estaba
en juego la presidencia de Chávez sino la esperanza de nuestros pueblos en
seguir luchando por su autodeterminación y en la creación de un mundo más
justo.
A
diferencia de otros procesos electorales como el desarrollado en México donde
se expresa lo antidemocrático, el
irrespeto a la voluntad popular y la
falta de democracia, se puso en evidencia que la democracia no es compatible
con el capitalismo. El sometimiento de la población a la continuidad del modelo
neoliberal y los fraudes electorales también generan nuevas formas de lucha
como el recién surgido movimientos “yo soy 132”, promovido por jóvenes cansados
de los atropellos y del deterioro acelerado de sus condiciones de vida.
Venezuela da una lección de participación ciudadana con más del 80% de
asistencia a los centros de
votación, inclusive a los
norteamericanos donde sus últimos procesos electorales presidenciales fueron
cuestionados por sus campañas de miedo y
de intimidación para ganar el voto popular.